05 octubre 2012

Horacio Altuna Tragaperras

En ‘Tragaperras’, Horacio Altuna y Carlos Trillo nos adentran en un territorio especial, mitad presente, mitad futuro. Probablemente, cuando pergeñaron las historietas que integran el álbum, publicadas en la revista ‘1984’ (Toutain Editor) a principios de los ochenta, todo era futuro porque la informática, al menos por estos pagos, no estaba tan desarrollada como en otras latitudes y apenas si balbuceaba inmensos listados de papel pijama, vomitados por impresoras de generaciones cuaternarias y casi mastodónticas. ‘1984’, además de una revista, fue el año en que murieron Cortázar, Truffaut y Peckimpah, al tiempo que nacían Andrés Iniesta y Scarlett Johansson. Fue también el año en que Giraud publicaba ‘El final del camino’ de la serie del Teniente Blueberry y Muñoz y Sampayo continuaban con las amargas correrías policiales de Alack Sinner con ‘Encuentros y reencuentros’.

‘Tragaperras’ abarca una serie de breves relatos de ciencia-ficción, unidos por un nexo común: todos los personajes utilizan una máquina tragaperras, en realidad un artefacto metálico con pantalla, que les muestra un mundo idealizado, cincuenta por ciento deseo, cincuenta por ciento frustración, relacionado de algún modo con sus problemas cotidianos. Las maquinitas, que se encuentran por todas partes y en los lugares más insospechados (una calle desierta, un centro comercial concurrido) teóricamente permiten que, a cambio de unas monedas, el usuario logre mejorar y optimizar su estado anímico, cosa que no siempre ocurre. Y es que la palabra frustración es, precisamente, la que mejor define este álbum ya que todos los que recurren a ella – a la máquina, digo - lo hacen porque algo en sus vidas no funciona como desean. Ahí precisamente radica el éxito de estos artilugios que ofician como cerebros ilustrados, como conductores de pasiones y como proyectores de utopías virtuales.


Horacio Altuna El Último Recreo

El Último recreo nos sitúa en una indeterminada época contemporánea o de un futuro próximo, justo después de que estalle una bomba que mata a las personas y deja intactos edificios y objetos inanimados: una "Bomba sexual" que ha matado a todos aquellos en edad de mantener relaciones sexuales. Sólo han sobrevivido los niños, que deberán aprender a sobrevivir, relacionarse entre ellos y organizarse sin la autoridad ni la guía de los adultos. Así, en El último Recreo seguiremos la historia de diversos niños de varias edades que viven en una gran ciudad, así como su reacción y adaptación a la nueva situación. 



  Recreo

Gracias Arsenio Lupin

Horacio Altuna Merdichesky

Merdichesky no da el perfil de hombre de acción, pero es policía en Nueva York.

Con su despiste congénito, sus formas torpes y su madre siempre pendiente de que coma bien y sea un hombre decente, todos en comisaría lo consideran un don nadie. Pero de pronto, rocambolescamente, este antihéroe se ve envuelto en una investigación que lo llevará a codearse con esas mujeres exuberantes que son, sin duda, uno de los sellos del eficaz dibujo de Horacio Altuna.

El autor, de nuevo junto al guionista Carlos Trillo, nos presenta Merdichesky, una obra que comenzó a publicarse en 1981 en la prensa argentina y que constituye ahora el tercer número de esta colección.


 Gracias Arsenio Lupin

Horicio Altuna Charlie Moon

De nuevo se juntan ambos autores argentinos (Altuna - Trillo) para narrar una serie de historias cortas, cinco esta vez, que tienen como protagonista común a un chaval llamado Charlie Moon que se busca la vida en Estados Unidos en plena Gran Depresión. Charlie buscará trabajo allá donde pueda y de lo que sea, en una granja cargando sacos o en un bar barriendo. Y mientras lo hace prestará atención a su alrededor, haciendo partícipe al lector de una serie de historias que pocas veces son lo que parecen.
El álbum se publicó en 1979 y como suele ser habitual en estos autores, contiene su parte de crítica al régimen militar y dictatorial que se vivía en aquella época en su país de origen, hábilmente disfrazada, en este caso llevada a una época dura y sin concesiones que le tocó vivir al pueblo norteamericano. Tampoco abandonan ese tono pesimista o realista que impregna el resto de sus obras, de modo que cada final de historia deja un regusto amargo en el lector, que acaba viviendo a través de las experiencias de Charlie ese traumático paso de la adolescencia a la madurez, de un mundo conocido y acogedor a otro mucho más violento y carente de sentido
Trillo opta por no contarnos nada de su protagonista. Tal y como llegamos a un momento concreto de su existencia, nos marchamos hasta la próxima vez que nos lo encontremos. Apenas hay diálogos, ya que la mayoría de secuencias son mudas, donde se desarrollan juegos de miradas, repletos de luces y de sombras. Contar con la ayuda de un dibujante tan dotado como Altuna seguro que ayuda a la hora de plantear cómics como estos, cuyo guión planificado al milímetro nos hace entender todo lo que está pasando sin apenas dificultad. Es una apuesta por el realismo y el costumbrismo, que lo aleja de otras propuestas donde se apostaba por un paisaje onírico o por un ambiente de ciencia-ficción. 
 Gracias a Arsenio Lupin

Horacio Altuna

Este vez le traeremos algunas de las historias de Horacio Altuna encontrados por supuesto en Arsenio Lupin y los iré poniendo en post diferentes por orden de publicación, si en alguno me equivoco, favor de corregirme. Así que aquí esta LAS PUERTITAS DEL SR. LÓPEZ a disfrutar.

Horacio Altuna (1941, Argentina) es un autor de historietas reconocido internacionalmente por su obra. Cogió el gusto por el dibujo desde bien pequeño, aun así empezó los estudios de derecho porque no le veía futuro al dibujo. Su amigo y maestro Gianni Dalfiume fue quien lo convenció de empezar seriamente con la historieta, y así en 1965 publicó su primera historieta: Súper Volador. En 1967 empieza a colaborar con varias revistas de la Editorial Columba, ilustrando algunos guiones de Héctor G. Hoesterheld. En los años setenta se une a la lucha por los derechos de autor frente a las editoriales, al no conseguirlo deja Columba y empieza a trabajar en revistas del Reino Unido y Estados Unidos.

En 1974 ilustra un guión de Carlos Trillo, con el cual continuará trabajando asiduamente. En 1975 ambos presentan una tira en el diario Clarin cuando este anuncia que cambiará sus historietas de contratapa. La suya sale elegida y sí es como empiezan la tira de El loco Chávez, con la que se hará famoso.

Comics y sinopsis bajados sin permiso de la excelente página: El último Libro
  
Las puertitas del Sr. López es una historieta fantástica argentina creada por el guionista Carlos Trillo y el dibujante Horacio Altuna.

Construida como una denuncia de la Ultima dictadura cívico-militar, y sobretodo de la falta de libertad de expresión que se vivía en esa época, Las Puertitas de Señor López relata la agobiante y rutinaria vida del señor López, un empleado de oficina petiso y gordito que vive atormentado por sus jefes, sus vecinos, sus compañeros y su gruñona esposa. Cuando el mundo real se le hace intolerable, López utiliza como escapatoria su imaginación, mediante la cual viaja a un mundo alterno e interior, al que accede simplemente por la puerta de cualquier baño. Allí, según la oportunidad, se le ofrecen visiones paradisiacas o terroríficas, y allí López encuentra sus más grandes placeres y sus más profundos temores.